Belén - Zoomorfos: Serpientes y Anfisbenas

Ficha técnica
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Las serpientes son profusas en la iconografía de estilo Belén; está abundantemente representada y de diferentes maneras y formas, con variaciones tanto en la cabeza como en la forma de rellenar el cuerpo. Pueden representarse pequeñas serpientes de cuerpo espiralado, ordenadas en series lineales, grandes anfisbenas, o serpientes de dos cuerpos unidos por la cabeza. El cuerpo no siempre es curvilíneo, puede ser escalonados o formar grecas. Según Quiroga y Puente (2007), la víbora en Belén tiene dos modos de representación: una forma de mayor geometrización que se acerca a la postura reptante, marcada por ángulos bien definidos y otra de mayor naturalismo sugerida por una forma espiralada que se acerca a otra postura natural de la especie. La cabeza puede ser triangular, romboidal o redondeada y suelen presentar ojos.

Interpretaciones / valoraciones : 

Wyndbelt (2007) se plantea si algunos de sus rasgos representados en la iconografía Belén podían relacionarse con características físicas o conductuales de los ofidios que habitan la región. Concluye que a pesar de que la mayoría de las figuras no permite identificar géneros, y menos aún especies de ofidios, sí es posible sugerir, por la forma triangular de la mayoría de las cabezas representadas, que corresponderían a serpientes ponzoñosas, en las cuales este rasgo es particularmente visible en el momento previo al ataque, mientras que las figuras con cabezas redondeadas podrían estar representando otros tipos de ofidios, como culebras.
También destaca la presencia de miembros delanteros en algunas representaciones con cuerpos serpentiformes, que podrían no ser representaciones de serpientes, anfibios o lagartijas en sí mismos, sino la síntesis de elementos correspondientes a animales diferentes.
Si bien no es posible extrapolar directamente el folklore del actual Noroeste argentino a las representaciones del pasado, existe la creencia en los andes de que la serpiente cuida de los sepulcros. La simbología atribuida a estos ofidios es la de un ser-rayo que cae a tierra junto con la lluvia, al respecto, Ambrosetti (1896) afirma que los calchaquíes adoraban al trueno y al rayo, y que aún hoy existe en la Región Calchaquí la creencia de que habiendo en cualquier parte una víbora ponzoñosa el rayo cae, por lo cual considera que la serpiente pudo haber sido el símbolo del rayo, como parecen probarlo las serpientes en zigzag”. Ambrosetti (1906) también relaciona el símbolo de la serpiente en las vasijas con la leyenda andina de la diosa de la lluvia, Sumac Ñusta, quien tenía una vasija en la que guardaba agua y la volcaba sobre la tierra. Pero cada tanto, su hermano Catequil –el rayo– la rompía, produciendo tormentas con truenos, relámpagos, lluvia, nieve o granizo. Catequil, de acuerdo a la interpretación de Ambrosetti, es representado por la serpiente zigzagueante, tan común en las vasijas santamarianas y Belén.

Irene Albuerne - Vilma Díaz y Zárate. Diseños Indígenas Argentinos. Editorial: Emecé.

Irene Albuerne - Vilma Díaz y Zárate. Diseños Indígenas Argentinos. Editorial: Emecé.

Irene Albuerne - Vilma Díaz y Zárate. Diseños Indígenas Argentinos. Editorial: Emecé.

Irene Albuerne - Vilma Díaz y Zárate. Diseños Indígenas Argentinos. Editorial: Emecé.

Proyecto AbRiGo

Fuente bibliográfica: 

Quiroga, L. y V. Puentes. 2007. Imagen y percepción: iconografía de las urnas Belén.

Colección Schreiter. En Procesos sociales prehispánicos en el sur andino. La vivenda, la comunidad y el territorio. Compilado por A. Nielsen, M. Rivolta, V. Seldes, M. Vázquez y P. Mercolli: 323-345. Córdoba, Brujas.

Serrano, A. 1958. Manual de la cerámica indígena. Córdoba, Editorial Assandri.

Tarragó, M. 2000. Nueva Historia de la Nación Argentina. Tomo I. Los pueblos originarios y la conquista. Buenos Aires, Sudamericana.

Wyndbelt, F. 2007. La estructura de diseño decorativo en la cerámica Belén (Noroeste argentino). Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino Vol. 12, N° 2: 49-67.