La conozco a ella y a sus zapatos. Sé cómo le gusta pisar en la vida y en la pista. Admiro el camino que viene constuyendo desde hace tiempo y por eso me pareció natural y acertado pedirle a Katrin que se presente y nos cuente cómo llegó hasta acá. Generosamente, escribió, contestó preguntas y produjo estas imágenes para que veamos de cerca cuánto hay para mirar dentro de nuestros propios zapatos.

Mini bio en primera persona:

Llegué a Buenos Aires desde Estocolmo, Suecia. La primera vez en el 2006, me enamoré de la ciudad y de bailar Tango y en el 2007 volví y desde entonces estoy acá. En el 2008 empecé a tomar clases de modelaje de zapatos y de allí seguí aprendiendo otras partes del oficio hasta llegar a poder hacerme mis propios zapatos. En Suecia trabajaba en el teatro haciendo pelucas a mano y maquillaje artístico, lo artesanal siempre me ha apasionado mucho, cuanto más complejo y compuesto más me intriga. Mi emprendimiento nació en una escala muy chica y ha ido expandiéndose a lo largo de los años. Sigo aprendiendo , sigo investigando el oficio y también sigo bailando Tango.

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¿Cómo empezaste a fabricar zapatos?
Empecé a desear hacer zapatos cuando llegué a Buenos Aires y empecé a bailar Tango.  Fue como una fusión entre mi profundo interés en lo artesanal y mi nueva pasión, bailar tango.  Quería aprender a hacer zapatos desde cero y quería hacer zapatos para bailar porque no encontraba modelos que fueran cómodos y bailables, con un taco no tan alto pero que igual sean lindos. Una vez que empecé me surgieron ganas de hacer zapatos para todos los usos y sobre todo siempre me interesó el buscar fusionar la comodidad que necesitas para bailar con los zapatos de uso cotidiano. Que los tacos se puedan usar para todo y que los modelos más cotidianos también se puedan usar para bailar.

¿Cómo es el cuerpo que te pide el oficio? Las manos, los sentidos, las posturas...
El trabajo de zapatero es variado cuando hacés de todo. Yo hago diseño, modelaje, cortado, armado, suela y terminación/empaque. Algunas cosas como la costura por ejemplo (el aparado en idioma de zapateros) lo tercerizo, sino tardaría mucho en terminar cada par. Lo más pesado es el proceso de armado y de la suela. Tradicionalmente se arma zapatos en una silla baja, parecida a una silla matera, para tener buen contacto sobre el piso con los pies ya que se trabaja encima de las piernas. El trabajo requiere precisión en cada paso, las manos se fortalecen y se hacen resistentes. En la mente tenés que tener claro que estás haciendo, cuando es a medida más, recordar la forma de pie del cliente e ir adaptando el corte, la horma, el cuero, la plantilla y los materiales a las necesidades de la persona.  Generalmente cansa mucho un lado del cuerpo, el que más usas y que hace más fuerza. En mi caso, como también bailo, tengo que prestarle mucha atención a equilibrar después los lados para no terminar desalineada y con mucha tensión en el lado derecho  (soy diestra).

Contanos sobre la pisada, los diferentes tipos de pies y cómo los leés cuando ves a alguien probarse tus zapatos?
Cada persona es única y así es con los pies también. Una parte de de mi trabajo es hacer zapatos de stock para vender directamente, eso implica buscar una forma que pueda funcionar para pies diversos, aun así es imposible que le queden bien a todas. Cuando hago a pedido, tomo las medidas y junto con la persona definimos qué zapatos quiere,  ese es el momento que tengo que prestarle atención a varias cosas. Las medidas obviamente, la forma de sus pies, si retiene agua en los pies, si tiene alguna molestia, juanete o lo que fuere y que requiere una adaptación. Pero también hay que ver si lo que el cliente desea se puede hacer, si está conectado con lo que necesita realmente y a veces orientar y explicar por qué algunas cosas no van y otras si. En general cuando compramos zapatos tenemos una idea de cómo queremos lucirnos en esos zapatos. Yo busco comodidad primero sin dejar la belleza de lado obviamente, tiene que fusionarse todo acá también. En mi forma de verlo, el cuerpo sin dolor, que puede relajarse, se mueve de una forma armónica, orgánica y bella. El movimiento que generamos muchas veces empieza con los pies, el contacto con la tierra. Entonces busco ver esa relajación en el pie y el tobillo, que el calzado te permita descargar el peso y que el zapato no sea un obstáculo.

¿Qué materiales o herramientas te gustaría que existieran que todavía no se producen?
Sueño con el momento que se puede conseguir buenos materiales similares al cuero pero que no venga del animal y que tampoco sea de plástico u otras substancias químicas que se estila usar para reemplazar el cuero. Ya se está haciendo pero acá en Argentina todavía no encontré algo suficientemente bueno. Otra cosa que me gustaría mucho son los pegamentos buenos y no tan tóxicos.  Ahora en este momento es difícil saber el contenido de pegamentos y solventes, la información tiene que ser más accesible y tiene que haber alternativas buenas sin los componentes más tóxicos. Esto es lo que me gustaría para que la producción sea más sustentable y amigable.

Katrin nos acerca estos videos y fotos para conocer más sobre el proceso de confección de un zapato:
En el primer video se ve el armado de un talón de un zapato de tango. Va con una contrafuerte de suela entre el forro y el cuero que se moja, se ablanda / rebaja y se pasa un almidón. Armamos el talón y dejamos que seque 24 hs.
Al día siguiente, ya terminada la parte delantera, se cierra con pegamento y después de una lijada se pasa pegamento por toda la superficie del zapato, la suela y el taco.
En el segundo video se ve como se pega el taco y la suela al zapato previamente armado para luego cortar el borde de la suela.