Shinqui salvaje que lo arropa todo.
Sabiduría vegetal que dejó semilla y todavía crece en las tierras ancestrales del Quimivil.
Como el Inca que se abre paso entre la yunga, el camino nos encuentra en silencio frente al río caudaloso de crecida.
Palabras borbotean entre piedras y se asientan en unas crónicas que buscan resonar, uno sabrá dónde.
Con silencio humano escuchamos la naturaleza
La melodía de los pájaros habita los árboles, las raíces se entremezclan y sumergen en un suelo ritual, de culto al altísimo sol, a la noble luna y de respeto a la madre tierra.

Geros
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