La soberanía del buen vivir

Entrevista realizada por: 
Andrea Varela
Darío Ezequiel Muente

Darío Ezequiel Muente, estudiante de Administración y Gestión de Políticas Sociales UNTREF, integrante de la coordinación del taller de Huerta Agroecológica UNTREF, miembro de la Red de Políticas Sociales y Sustentables y militante del Buen Vivir.

¿Qué es soberanía alimentaria?

¿Qué es el buen vivir?

Redes: 

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@RedPSSuntref Red de Políticas Sociales y Sustentables donde compartimos debates e intercambio de saberes entre referentes del campo, la academia y las organizaciones sociales.

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¿Cómo nació la huerta UNTREF ? ¿Dónde está ubicada? ¿Cómo se sostuvo durante la cuarentena?

La huerta en UNTREF surge luego de una serie de viajes que realizamos un grupo de estudiantes de diferentes disciplinas de la universidad Nacional de tres de febrero, a los montes profundos de la provincia de Santiago del Estero para salir de la rutina y conocer la cotidianidad de las comunidades campesinas e indígenas, nucleadas en el Movimiento Campesino de Santiago del Estero, La Vía Campesina (MOCASE, VC). A partir de aquellas pasantías vivenciales se adquirieron muchos saberes, uno de ellos fue conocer el campo que no sale en la televisión, como también escuchar historias de vida y saberes ancestrales de campesinas que hasta el día de hoy sentimos y recordamos poniéndola en práctica en el taller de huerta agroecológica. Fue el fruto de aquel viaje, al principio no sabíamos qué hacer con tantas ideas y energías traídas del MOCASE, hasta que a fines de 2017 nos pusimos de acuerdo con la universidad y llevamos a cabo el armado de una huerta que actualmente está ubicada en la sede Villa Lynch (UNtref). Es un espacio de 50 metros cuadrados que representa y mantiene una parte de nuestro campo profundo, invitándonos a reconocernos y a retomar el camino hacia las prácticas saludables que implementan las comunidades campesinas indígenas y los pueblos originarios. En este contexto de pandemia, el taller de Huerta se mantuvo de manera virtual a cargo de la docente Cintia Giraudo, estudiante de Producción vegetal orgánica UBA. En una etapa de aislamiento e incertidumbre se pudo sostener el programa de estudio en el que se aborda todos los conocimientos que un promotor de huerta debe saber ya que este taller cuenta con el certificado del Pro Huerta INTA-UNTREF. La clave para sostener el taller de huerta de manera virtual fue el compromiso de las personas en aprender a armar su propia huerta, pero también fueron las ganas de conocer más sobre nuestras raíces y nuestra cultura campesina que todos conocemos pero a veces no queremos verla. En plena pandemia se inscribieron más de 50 personas, todos mantuvieron la regularidad intercambiando saberes que cada uno transmitía desde sus abuelos o sus ante pasados, lo que demuestra que todos tenemos sangre campesina. El desafío es reconciliarnos con nuestro origen y nuestra historia que fuimos perdiendo durante la modernidad y el “progreso”.

¿Cómo se gestiona una red sustentable dentro de la comunidad? ¿Hay ejemplos que podamos conocer?

Cada vez se vuelve más necesario poder generar redes comunitarias que nos sirvan de contención en los momentos de crisis y sobre todo de aislamiento. Las redes comunitarias son todo un acto político que la comunidades están llamadas a construir y no a esperar que la solución baje desde una oficina. Desde la UNTREF venimos construyendo vínculos sólidos entre docentes, estudiantes, no docentes y la comunidad para conformar la red de políticas sociales y sustentables (RePSS) que como eje principal trabaja la Soberanía Alimentaria y todo lo que ese concepto significa. Es un espacio que pretende constituir un pensamiento crítico al actual sistema de producción de alimentos, al extractivismo de nuestros recursos naturales, a los incendios de nuestros campos para proyectos inmobiliarios, al rol de la política y de las instituciones que varias veces deja mucho que desear ante la falta de soluciones reales para complejo mundo que cada vez esta más agotado. Desde UNTREF nos sumamos a seguir construyendo nuestra independencia alimentaria, política, económica y socio ambiental. La RePSS cuenta con los aportes de grandes compañeras y compañeros y profesionales de la casa de estudios, entre ellos el coordinador de Nutrición, Rodrigo Clacheo.

¿Querés contarnos experiencias sobre la construcción de huertas comunitarias? ¿Cuales son las claves para que se mantengan y se reproduzcan?

Cada vez hay más vecinos con ganas de armar su propia huerta y de cultivar sus alimentos en la ciudad. Esto se debe al grado de conciencia que fue adquiriendo la sociedad en relación a la alimentación saludable, nutritiva y a precio justo. Lo principal que uno necesita para armar una huerta comunitaria es la presencia de un grupo humano para que coordine el espacio y a su vez sepa acompañar los procesos naturales que genera la huerta. Es interesante observar que cuando una persona se conecta con el trabajo en la tierra se olvida del tiempo y de salir a comprar o agarrar el celu. Es como si no existiera nadie más solo el ser cooperando en colectividad y el alimento, como fruto de cuidar y de trabajar la tierra. A partir de diferentes actividades que vienen surgiendo en la comunidad organizada como por ejemplo una huerta en la vereda que impulsa Carlos Briganti desde el “colectivo del reciclador” y los promotores de agroecología de UNTREF que promueven huertas comunitarias, no solo en plazas o veredas, también promovemos huertas en macetas, podemos observar que está surgiendo un nuevo sujeto social y es el que vive en la ciudad y cultiva sus propios alimentos, desafiando al mercado, a los especuladores de precios y desafiando a la lógica de la sociedad consumista e individualista. La huerta parece débil pero no lo es, nos enseña a ser soberanos y a cuidar a nuestro medio ambiente que clama por su existencia y también para que cambiemos nuestro modo de vida. Estas actividades las considero profundamente políticas y da lugar a que pensemos qué proyecto a mediano y largo plazo queremos como sociedad. Si seguimos consumiendo comida procesada y con glifosato o cambiamos a un modelo que contemple la salud y el cuidado, mirando al futuro con la voluntad de iniciar una repoblación al campo, esto no significa volver al pasado, más bien se trata de pensar una vuelta al campo con las los derechos y oportunidades garantizados para todas las personas que lo habiten. Por ese motivo es importante que el estado acompañe estas actividades de huertas comunitarias a través de políticas públicas, porque lo que se genera en cada huerta comunitaria es un mensaje para la modernidad y su categórico fracaso. Cultivar nuestro propio alimento significa salud, comer bien y re vincularnos como sociedad dentro de un mismo ecosistema.

¿Hay maneras de acercarse o participar de lo que hacen?

Las maneras de acercarse a participar de las actividades que venimos desarrollando desde la universidad, a pesar del contexto de pandemia que vivimos, son el taller de huerta agroecológica, en el que se pueden inscribir todos los abriles de cada año, su duración es anual y contempla todas las temáticas que la agroecología trabaja, desde los procesos naturales hasta el derecho y el respeto de las personas en su diversidad. También realizamos entregas e intercambios de semillas y de plantines para promover la siembra dentro de la ciudad, tejemos redes sustentables con docentes, estudiantes, no docentes y parte de la comunidad para continuar investigando, debatiendo y proyectando la construcción de nuestra soberanía alimentaria.

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Fecha de publicación: 
20/Apr/2021